Por otra parte, nos han devuelto a Trisky por no acabar de llevarse bien con otra gata del adoptante (con los gatos de la casa de acogida nunca ha tenido problemas). Al no comer varios días por estrés, padece ahora de lipidosis hepática, pero se está recuperando poco a poco. En cuanto coja fuerzas, nos gustaría que encontrara su familia definitiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario